Afasia: la secuela lingüística del ICTUS

Hola a todos. En esta ocasión vamos a tratar y a desarrollar un tema que es muy frecuente en las consultas de Logopedia. Este tema al que nos referimos es la Afasia provocada por los ICTUS.

Introducción

Para poder entender mejor todo lo que vamos a explicar, es importante hace una pequeña introducción.

Un ACV (Accidente Cerebrovascular) o ICTUS, es una de las causas más frecuentes de trastornos lingüísticos en personas adultas. Estos trastornos o alteraciones lingüísticas ocasionadas por un ACV, se denominan Afasias.

Un Accidente Cerebrovascular (ACV) o ICTUS, es la alteración del flujo sanguíneo en el cerebro. Esta alteración puede ser de manera transitoria o prolongada.

Según la manera en que se produzca esta alteración, el ACV será isquémico o hemorrágico

  • El ACV isquémico, como la propia palabra indica, se produce por la paralización o disminución de la circulación sanguínea a través de las arterias cerebrales. Ocasionando una falta de oxígeno, que da lugar al sufrimiento celular de la zona o zonas afectadas. La isquemia puede ser global o puede estar focalizada.
  • El ACV hemorrágico, se caracteriza por la extravasación de sangre en el cerebro. Es decir, la salida de sangre por la rotura de un vaso sanguíneo. Dependiendo del lugar del cerebro donde se haya producido la hemorragia el ACV puede ser cerebral o subaracnoideo.

Existen factores de riesgo que pueden hacer a una persona más o menos propensa a sufrir un accidente cerebrovascular. Estos factores son otras enfermedades como por ejemplo:

– La hipertensión arterial.

– Las enfermedades cardiacas.

– La diabetes.

– El colesterol.

– La obesidad.

– O malos hábitos en el ritmo de vida como el consumo de sustancias tóxicas como alcohol, tabaco y drogas y el sedentarismo.

Cuando el ACV va a suceder, da la cara mostrando cierta sintomatología en la persona afectada.

Algunos de estos síntomas son:

– La pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo. Esta pérdida de fuerza se puede dar en la cara, en el brazo y en la pierna. Pero siempre del mismo lado del cuerpo.

– Dificultades en el habla. Es decir, se dicen cosas sin sentido, palabras inventadas, o imprecisión articulatoria.

– Hay pérdida de la sensibilidad en la mitad del cuerpo.

– Existe pérdida de la visión.

– Y hay un fuerte dolor de cabeza.

La Afasia

Cuando el ACV afecta al hemisferio izquierdo del cerebro (que es lado dominante de la actividad lingüística), causa alteraciones y dificultades en la expresión y comprensión del lenguaje. Ante esta sintomatología, nos encontramos con una patología conocida como afasia.

Las afasias no están producidas por demencias, ni por alteraciones sensoriales. Son trastornos adquiridos por un Accidente Cerebrovascular. Aunque también pueden ser la consecuencia de un Traumatismo Craneoencefálico (TCE), tumores cerebrales, problemas infecciosos…

Es importante conocer algunos términos específicos para comprender las diferentes características de las afasias:

Parafasia Deformación del lenguaje caracterizado por la sustitución o reemplazamiento de unos elementos por otros. Pueden ser: fonémica (sustitución de un sonido por otro. “Silla” por “solla”) o semántica (sustitución de una palabra por otra. “Cuchara” por “tenedor”).
Jergafasia Habla plagada de parafasias que puede llegar a ser ininteligible.
Anomia Dificultad de acceso al léxico. El sujeto sabe qué es, cómo es, para qué sirve, cómo se utiliza determinado objeto, animal o persona, pero no es capaz de acceder a su etiqueta.
Circunloquio Proceso caracterizado por la sustitución de la etiqueta por su definición. Por ejemplo “sí, hombre, esto que sirve para beber agua, que es de plástico…” para referirse a una “botella”.
Agramatismo Proceso caracterizado por el uso y comprensión inadecuados de los diferentes elementos morfológicos y sintácticos del lenguaje.
Alexia Afectación de los procesos de la mecánica lectora y de la comprensión del lenguaje escrito.
Agrafia Afectación de los procesos de la escritura.
Perseverancia

Repetición constante de la misma respuesta, aunque se cambie de ítem.

Clasificación de las Afasias

Dependiendo del tipo de afectación lingüística que ocasione, las afasias pueden clasificarse en:

  • Afasia motora o de Broca: Se caracteriza por una grave afectación de la expresión verbal. El lenguaje espontáneo está caracterizado por una importante imprecisión articulatoria que hace el lenguaje ininteligible. La comprensión se encuentra afectada también, pero en menor medida que la expresión.
  • Afasia sensorial o de Wernicke: En este tipo de afasia la articulación se encuentra preservada, pero el lenguaje se encuentra plagado de parafasias que pueden ser fonémicas o semánticas. Además, las oraciones se caracterizan por la ausencia de coherencia gramatical (agramatismo) y/o semántica. Esto hace que el lenguaje espontáneo se convierta en una jerga (jergafasia). La comprensión (no existe comprensión de los factores sintácticos y gramaticales de la oración), la lectura y la escritura se encuentran afectadas de la misma manera.
  • Afasia de conducción: La articulación se encuentra preservada, pero el lenguaje espontáneo se encuentra plagado de parafasias fonémicas. Además, se producen procesos anómicos, es decir, una grave dificultad de acceso al léxico. La comprensión suele estar conservada, aunque puede haber casos en los que se encuentre levemente afectada. La característica más importante de este tipo de afasia es la incapacidad para la repetición.
  • Afasia transcortical: Este tipo de afasia puede ser motora, sensorial o mixta. La afasia transcortical motora, se caracteriza por una grave afectación de la articulación, pero se encuentran preservadas la comprensión y la repetición. Y además, se producen procesos anómicos. La afasia transcortical sensorial, se caracteriza por una grave afectación de la comprensión. La articulación y la repetición están preservadas, aunque su lenguaje espontáneo se encuentra plagado de parafasias semánticas (jergafasia), y circunloquios causados por la anomia. Y por último, la afasia transcortical mixta, se caracteriza por la afectación tanto de la expresión como de la comprensión, aunque mantiene la repetición preservada.
  • Afasia anómica: Es la más común. Está caracterizada por la grave dificultad de acceso al léxico (anomia). Es decir, se sabe para qué es, para qué sirve, cómo funciona, cómo es cierto objeto, animal, persona… pero no se puede recuperar el nombre o la etiqueta. Debido a estas dificultades, el lenguaje espontáneo se encuentra plagado de circunloquios, es decir, rodeos para poder definir la palabra a la que no se puede acceder.
  • Afasia global: En este tipo de afasia se encuentran afectadas tanto las capacidades expresivas como comprensivas del lenguaje.

Evaluación de los Transtornos de la Afasia

Cuando los profesionales del lenguaje o Logopedas, nos enfrentamos a la valoración de este tipo de trastornos, al igual que en el resto de disciplinas sanitarias, no solo estamos valorando un trastorno afásico, sino a una persona que ha sufrido un ACV. Y que como consecuencia, arrastra ciertas secuelas que no tienen por qué ser solo lingüísticas, si no también pueden ser:

  • Es decir, hay paralización de ciertas partes del cuerpo, como cara, brazos o piernas.
  • Existe afectación de la consciencia, la atención, la memoria o la percepción.
  • Y psicológicas. El paciente presenta problemas emocionales causados por las dificultades que deja el ACV.

Todo esto debemos tenerlo en cuenta tanto en la valoración como en la intervención logopédica. Ya que de una manera o de otra afectará a nuestra manera de trabajar y de adaptar los materiales que utilicemos. Es decir, si por ejemplo una persona tiene una paralización de la mano dominante pero conserva los procesos lectoescritores, no podremos utilizar actividades donde haya que escribir.

Evaluación en la Afasia

A continuación, os vamos a indicar las principales pruebas o test estandarizados que tienen como objetivo la evaluación del lenguaje en personas adultas:

  • E.P.L.A (Evaluación del Procesamiento Lingüístico en la Afasia). El objetivo de este test es valorar las habilidades lingüísticas. Consta de 58 subpruebas divididas en cuatro módulos: procesamiento fonológico, lectoescritura, comprensión de dibujos y palabras y procesamiento de oraciones.
  • B.E.T.A (Batería de Evaluación de los Trastornos Afásicos). Su objetivo es evaluar la expresión y la comprensión del lenguaje en personas con daño cerebral. Consta de 30 pruebas divididas en 6 módulos: comprensión oral, producción oral, lectura, escritura, semántica y oraciones.
  • Test de Boston. Este test evalúa las habilidades lingüísticas en personas adultas. Valora: articulación, comprensión auditiva, denominación, lectura, repetición, parafasias, habla automática y comprensión del lenguaje escrito y escritura. Existe una parte del test denominada “Test de Vocabulario de Boston”, que es una de las más utilizadas para valorar la denominación, es decir, si el paciente presenta anomia o no.
  • PEABODY. Evalúa el nivel de vocabulario comprensivo. Se puede administrar desde los 2 años y medio hasta los 90 años de edad.

Intervención de los logopedas en los transtornos Afásicos

Una vez realizada la evaluación de las habilidades lingüísticas, hay que establecer los objetivos del tratamiento logopédico. Estos objetivos irán destinados a intentar recuperar todas aquellas destrezas que se han perdido o que han quedado alteradas por el ACV.

La consecución de estos objetivos depende de varios aspectos. Quizás el más importante va a ser la topografía de la lesión. Es decir, qué zonas del cerebro han quedado dañadas.

Y por supuesto los objetivos van a depender en gran medida de la edad del paciente. Ya que a mayor edad menor plasticidad cerebral (capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse al entorno, permite crear nuevas conexiones cerebrales).

Esto lo que quiere decir que, en pacientes muy mayores el tratamiento logopédico está más enfocado a mantener las habilidades que han quedado intactas.  Con la finalidad de ralentizar el deterioro.

Es muy importante que el tratamiento logopédico se comience cuanto antes, al menor tiempo posible después de haber sufrido el ACV. Ya que cuanto antes se empiece, antes se empezarán a crear nuevas conexiones neuronales, y por lo tanto hay muchas posibilidades de poder recuperar la mayor parte de las funciones afectadas.

Existe un periodo después de haberse dado el ACV, denominado o llamado de recuperación espontánea. En este periodo. el que el cerebro por sí solo reestablece ciertas funciones que se habían visto dañadas.

En ciertas ocasiones la zona afectada tiene un daño irreversible, por lo que esa zona no volverá a recuperar su función. Entonces, el tratamiento logopédico estará destinado a proporcionar ciertas estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Pero sobre todo el tratamiento irá enfocado a disminuir la frustración tanto del propio paciente, como de los familiares que lidian con sus dificultades a diario.

Es importante para la buena evolución del tratamiento, contar con los familiares y/o personas que vayan a tener un trato cercano con el paciente. Ya que podrán utilizar las estrategias y pautas que les proporcionemos en el día a día.

Por lo que, cuando estamos ante un paciente con las características descritas, el tratamiento logopédico que se suele realizar es el siguiente:

  • Para mejorar el acceso al léxico. Es decir, reducir los procesos anómicos: se utilizarán imágenes de objetos, acciones, animales, personas… Es preferible clasificar el vocabulario que se vaya a trabajar por campos semánticos y darle prioridad a las palabras con mayor frecuencia de uso en la vida del paciente. Para ello también hay que tener en cuenta su nivel cultural. Si por ejemplo el paciente se dedica al mundo de la cocina (hostelero/a, cocinero/a, amo/a de casa…) probablemente para él/ella sea importante poder ocuparse de ciertas actividades como la cocina o la compra. Por lo que se dará prioridad al vocabulario de alimentación.

No debemos olvidar que, siempre antes de este tipo de léxico se debe trabajar aquel que sea de vital importancia y urgencia, como los saludos, pedir ayuda, decir qué le duele…

Sea como sea el transcurso de la tarea, lo importante para mejorar el acceso al léxico es darle al paciente estrategias que le ayuden a recuperar la palabra que busca.

Este tipo de ayudas pueden ser:

  • Semánticas. Se le pregunta al paciente para qué sirve, cómo es, para qué se utiliza, qué hace con el objeto que le mostramos, cuándo lo utiliza…
  • Fonéticas. Se le proporciona el primer sonido de la palabra que busca. Si con esto no es suficiente, se le proporciona la primera sílaba y así sucesivamente hasta que consiga acceder.
  • Este tipo de ayuda no es verbal. Se le proporciona el gesto correspondiente a la palabra diana.

Normalmente, mejoran el acceso al léxico cuando en vez de enseñarles una foto les dejamos manipular el objeto real.

  • Parar mejorar el agramatismo. El agramatismo, como hemos comentado anteriormente, es la dificultad de comprensión y expresión del lenguaje con un sentido gramatical.

Es decir, dificultad para aplicar correctamente los roles correspondientes a las diferentes partes sintácticas de la oración y aplicar una morfología correcta (singular/plural, masculino/femenino).

Los pacientes con agramatismo suelen tener problemas con la organización de las palabras en las oraciones.

Para trabajar sobre esto, un ejemplo de tarea puede ser la de emparejamiento dibujo-oración. Se trata de presentar una oración (si conservan la lectura podemos utilizar el lenguaje escrito como ayuda), que luego ha de emparejar con una de las 4 imágenes que le presentemos.

Una ayuda visual para trabajar el orden sintáctico correcto de las oraciones es darle a cada parte un color diferente (Sujeto-rojo, verbo-azul, objeto-verde). Con esta actividad podemos trabajar tanto la vertiente expresiva como comprensiva del lenguaje.

Objetivos Tratamiento Afásico

Por último, a la hora de intervenir y pautar a las familias implicadas en el proceso de rehabilitación es importante tener en cuenta ciertos apuntes:

  • Proponer objetivos de tratamiento que puedan ser alcanzables.
  • Empatizar con el paciente y pedir empatía a las familias y al propio paciente con los demás, solo así podremos reducir la frustración de todas las personas implicadas en el proceso.
  • Recalcar la importancia de trabajar fuera de las sesiones de logopedia con las pautas indicadas por el logopeda.
  • Si el paciente presenta jergafasia con numerosas parafasias que le hacen entrar en un bucle de retroalimentación negativa (no deja de hablar sin sentido y él mismo se induce a numerosos errores) es importante hacerle ver la importancia de dejar de hablar y tomarse un tiempo para cambiar de actividad.

Espero que este artículo haya sido de vuestro interés y que os haya despejado alguna duda sobre las afasias producidas por un ICTUS. Así como del tratamiento que hay que seguir.

En el caso que os surgieran dudas o preguntas sobre alguna cuestión, no dudéis en dejarnos vuestros comentarios. O si por el contrario quieres que tu duda sea resulta de manera personal, os podéis poner en contacto directamente con el departamento de Logopedia de Clínica Fuensalud.

Silvia Iglesias Ibánez, Logopeda Colegiada nº 28/0735

4 Comments

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Carmenreply
1 abril, 2020 at 4:18 pm

Buenas tardes:
Mi madre sufrió un ictus hace unos meses y uno de los problemas que más nos preocupó desde el principio era su alteración del lenguaje. Ya desde el hospital el neurólogo nos recomendó hacer logopedía y buscamos ayuda.
Después de algunos meses de tratamiento, mi madre puede comunicarse con palabras sueltas, apoyo de la lectura y un sistema de comunicación básico que nos hace la vida más sencilla. Ahora, en tiempos de confinamiento, seguimos trabajando todo lo que su logopeda nos enseño y los ejercicios que nos sigue mandando. Gracias por seguir acompañandonos en estos momentos.
Estamos deseando poder volver al trabajo y seguir evolucionando tan bien.

Gracias a todo el equipo de fuensalud.
Un abrazo

Clínica Fuensaludreply
1 abril, 2020 at 6:55 pm
– In reply to: Carmen

Gracias Carmen por exponer tu experiencia.
Efectivamente cuando se sufre un ICTUS, en ocasiones el habla se puede ver afectada. Es por ello que se recomienda que se comience lo antes posible el trabajo con Logopedia para poder recuperar el lenguaje. Decimos que es importante, ya que entre los 6 primeros meses y el año desde que se produce la lesión, es un periodo fundamental para conseguir recuperar las secuelas producidas por este Accidente Cerebro Vascular.
Es un gran paso que tu madre esté recuperando poco a poco el habla y en general la comunicación, y esto les lleva a tener una actitud de positividad, que es muy importante para el tratamiento con el Logopeda.
Hay que decir que en este tipo de casos es importante la participación del paciente y tu madre pone todo su entusiasmo y esfuerzo en conseguir todos los objetivos que el Logopeda le marca y por eso le damos la enhorabuena
Nos vemos pronto

Deliareply
11 febrero, 2022 at 5:54 am

Excelente información!

CLINICA FUENSALUDreply
11 febrero, 2022 at 10:42 am
– In reply to: Delia

Hola Delia.
Nos alegra saber que este artículo sobre cómo tratar las afasias lingüísticas provocadas por un Ictus, te haya sido de interés.
Un saludo.

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